Cuando una persona se enfrenta a la crianza de sus hijos tiene que estar a la altura de un sin fin de retos, pero existen varias habilidades y prácticas que le pueden ayudar.
Todos los padres y madres quieren ayudar a sus hijos a desarrollar su potencial para que sean felices. Cuando una persona se enfrenta a la crianza de sus hijos tiene que estar a la altura de un sin fin de retos, muchas veces sin mucha preparación más que los consejos que reciben de personas cercanas, los recuerdos de su experiencia personal o sus propios ideales en torno a la crianza. Sin duda no hay un método definido acerca de cómo ser un buen padre o madre, pero existen varias habilidades y prácticas centradas en el desarrollo personal cuyo éxito ha sido probado por diversos estudios y organizaciones.
Autoconocimiento: Un buen primer paso es reconocer las fortalezas, expresiones, habilidades, miedos, debilidades, reacciones que la persona tiene como padre. Esto con el objetivo de acercarse a una posición crítica acerca del rol que se desempeña como figura de crianza y autoridad frente a los hijos, lo cual lo ayudará a establecer reglas y formas de intervención realistas.
Manejo y cuidado de las emociones: El enojo, tristeza o estrés de los padres son de los factores que más pueden afectar al desarrollo pleno de los hijos. Según varios estudios la mayor parte de los niños admiten que el estrés de sus padres les afecta en mayor o menor medida. Es importante ser consciente de la manera en la que presiones y problemas afectan nuestra forma de actuar y hablar, abrirse a hablar de la emociones propias y buscar actividades que nos ayuden a distraernos.
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Aprende e investiga: Es difícil admitir que un libro puede enseñarte a ser padre, sin embargo con un poco de investigación en torno a las teorías psicológicas de desarrollo de los niños, a autores especializados en bienestar familiar, o simplemente navegar el internet para conocer un poco de las distintas escuelas de crianza puedes empezar a contrastar y complementar tu experiencia diaria con el conocimiento científico que se ha gestado a lo largo de muchos años. Aunque si estás leyendo es probable que los estés haciendo.
Fomenta lo positivo: Una de las tendencias con más impacto en los últimos años es la psicología positiva, la cual propone reforzar las actitudes y acciones positivas más que reprimir los comportamientos no deseados. El principio sobre el cual se fundamenta la psicología positiva es que cuando un niño es regañado continuamente éste pensará que es parte de su personalidad ser problemático, lo cual generará efectos contrarios a la corrección de actitudes. En cambio, la psicología positiva propone la motivación hacia acciones positivas a través del reconocimiento de las cosas que los niños hacen bien, y la prevención de actitudes negativas con pláticas donde se explique el por qué de las reglas.
Haz tiempo para convivir: Por último, ninguna de estas prácticas tendrá algún efecto si no nos damos se crean tiempos para convivir, platicar y jugar con los niños. La paternidad o maternidad no solo se trata de poner reglas o lograr que un niño se convierte en un tipo de persona específico, sino que más bien es una relación de amor que brinda felicidad y realización a través de la guía y la convivencia.
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Referencias:
Daniel Wong - 12 Skills That Good Parents Have (Backed by Science)
Amy Novotney - Parenting that works Seven research-backed ways to improve parenting.
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.
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