La creatividad es una de la cualidades más misteriosas que hay. Varias personas piensan que es un don con el que se nace, pero también se puede generar mediante la práctica.
La creatividad es una de la cualidades más misteriosas que hay. Varias personas piensan que es un don con el que se nace, que está reservada a un tipo de personalidad que pocos poseen, o que se trata de una especie de iluminación o inspiración. Sin embargo, esto no es del todo cierto ya que es posible que todos entendamos y pongamos en práctica la creatividad.
Aunque existen muchas formas de definir qué es la creatividad la mayoría coincide en dos aspectos; el primero es que la creatividad es una habilidad que nos ayuda a crear algo nuevo o distinto de lo que existía en un contexto, y el segundo es que las ideas creativas solucionan o modifican algo del contexto en el que aparecen. Con esto en mente, podemos realizar varias prácticas que nos ayuden a pensar de manera distinta y tener ideas creativas.
Dedicar tiempo a no hacer nada para escuchar nuestros pensamientos: Para muchos la velocidad de nuestro ritmo de vida no nos permite tomar un descanso o encontrar un espacio de silencio, lo cual dificulta entrar en contacto con nuestros pensamientos e ideas. Dedicar un espacio de tiempo a poner en pausa nuestras responsabilidades y cortar con distracciones, simplemente para pensar un rato y poner nuestra atención en el flujo de ideas que recorre nuestra mente es una gran manera de activar nuestros pensamiento creativo.
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Observar el entorno: Curiosamente uno de los aspectos en el que menos nos detenemos es en lo que pasa en el mundo que nos rodea, aunque estemos físicamente en un lugar pocas son las veces en las que nos dedicamos a observar la imagen de nuestro entorno. Detenernos a ver qué sucede a nuestro alrededor, qué objetos encontramos interesantes en nuestra caminata a casa, o analizar los comportamientos curiosos de las personas que pasan por nuestra ventana es otra forma en la que podemos liberar nuestra creatividad.
Se curioso: Una de las mejores prácticas para desarrollar nuestra creatividad es intentando mantener nuestra mente estimulada a través de la curiosidad. Tener disposición a aprender cosas nuevas y a explorar nuevos modos de ver el mundo nos ayuda a cuestionar nuestras ideas preconcebidas, romper con la rutina y expandir nuestro conocimiento general. Más aún, con el acceso que tenemos hoy en día a información y educación a través del internet es muy fácil que cualquier tema que queramos conocer nos lleve a un sin fin de nuevas posibilidades.
Aprender a jugar: Pensar que jugar es algo que solo los niños pueden hacer o que solo es una forma de perder el tiempo es uno de los paradigmas que más pueden frenar nuestras creatividad. En el juego los niños no están siendo falsos o fingiendo un papel, sino que están construyendo una realidad desde cero. Tomar en serio un juego nos ayuda a fomentar el libre flujo de ideas, la construcción de nuevos significados y la creación de una nueva realidad compartida.
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Realiza actividades que no acostumbras: Otra buena forma de ayudar a mejorar nuestro flujo creativo es encontrando actividades que sean totalmente distintas a las que estamos acostumbrados, y que nos hagan salir de nuestra zona de confort. Si nos dedicamos a una actividad sedentaria o con poca actividad física quizá sea buena poner en uso nuestras manos aprendiendo a cocinar o a esculpir. O si hemos estudiado una materia toda nuestra vida, podemos adentrarnos a una materia que no tenga nada que ver para aprender nuevas perspectivas que nuestro enfoque cotidianidad no abarca.
Fuentes:
Bertrand Regader - Las 14 claves para potenciar la creatividad
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.