La pedagogía Reggio Emilia hace uso del “Método relacional” que se basa en que el niño pueda desarrollar una identidad propia a través del reconocimiento de sus ideas.
La pedagogía Reggio Emilia recibe su nombre de la región en la que se origina, una pequeña ciudad situada al norte de Italia. En 1956, tras los estragos de la II guerra mundial, las mujeres que habían quedado viudas en Reggio Emilia se dedicaban a desmantelar equipo bélico para venderlo por partes con el propósito de reconstruir la ciudad y, en específico, reconstruir la educación maternal.
Estos esfuerzos darían lugar a los “nidos” (jardines de niños) que empezaron a ser gestionados por personas de las comunidades del sector popular en colaboración con educadoras del magisterio, privadas y católicas que buscaba sacar adelante a la niñez que había sufrido las consecuencias de la guerra.
Loris Malaguzzi, periodista y educador, fue unos de los primeros y más importantes impulsores de este nuevo estilo de enseñar. Dentro de su ideas encontramos la máxima de que “Si se hacen cosas reales, también son reales sus consecuencias”, esto refiriéndose a que el aprendizaje debía darse a través de hechos reales, de la interacción directa con los acontecimientos del mundo y la convivencia con los otros dentro de la dimensión social. Todo esto con el objetivo de que los niños niños pudieran expresar su potencial a través los “100 lenguajes” que poseen.
La pedagogía Reggio Emilia hace uso del “Método relacional” que se basa en que el niño pueda desarrollar una identidad propia a través del reconocimiento de sus ideas por parte de los maestros y adultos que lo rodean. A diferencia de las pedagogías tradicionales, el niño no es visto como un ente pasivo que recibe conocimiento, sino que a través de su propia intervención e implicación en situaciones que le atañen, el niño genera su propio conocimiento y explora la habilidades que le servirán para su vida futura.
Dentro de esta pedagogía el papel del docente y la escuela consiste en ser capaces de descubrir y documentar las cien maneras en que los niños comunican sus ideas y expresan sus aprendizajes, para crear actividades que se guíen por el interés de los niños. Esto se logra a través de la creación de distintos ambientes donde se trabaje en las diferentes formas de pensar y expresar, a través del arte y de talleres donde los niños puedan crear, manipular, practicar y convivir con distintos materiales físicos y mentales.
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En la actualidad la pedagogía Reggio Emilia está considerada como un referente para cambiar las ideas de la educación estática y unilateral, es considerada como una de las 10 mejores pedagogías en el mundo por la UNESCO y sus escuelas son lugares donde cada vez más acuden profesionales a prender nuevas perspectivas para la labor educativa. Con esto se logran perpetuar ideas con gran potencial como la de dar voz a las distintas formas de expresión de los niños, la escuela como un lugar donde una comunidad se escucha y colabora, el aprecio por la diversidad y el papel del arte en el aprendizaje.
Fuente:
Olga Correa López, Carmen Estrella León - Enfoque Reggio Emilia y su aplicación en la unidad educativa Santana de Cuenca
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.