¡Que bonito es estar escribiendo de nuevo por acá! Hoy vengo con un tema el cual les sumará mucho valor a todxs ustedes. (Si no, yo invito el café).
A lo largo de nuestra vida, todo el tiempo estamos pasando por cambios, algunos más pequeños que otros, pero cambios. Y creo que, según cómo vamos creciendo, les tomamos una perspectiva distinta, a veces les perdemos el miedo y otras, nos da aún más.
Recuerdo que yo era de esas personas que decía que no le temía a cambiar, hasta que llegó un suceso que le dio un giro de 180 grados a mi vida. Entonces, entendí que no sólo les temía, me daban terror. Pero también, me di cuenta de que si seguía ese sentimiento, me paralizaría y no me daría la oportunidad de seguir mis sueños.
Es por ello que comencé a trabajar para poco a poco agarrarle cariño a los cambios. Aquí te dejo algunos de los aprendizajes que he tenido.
Si nada cambia, nada mejora.
Algo que es seguro es que si todo se mantiene exactamente igual a cómo está ahora, no hay posibilidad de mejora. Muchas veces un salto de fé puede convertirse en el puente para llegar a tu objetivo.
¿Y si sí?
Todos en algún momento hemos pensado: “¿Qué pasa si no sale como lo planeado o sale mal?” la cual me parece una pregunta totalmente razonable pero, ¿y si sí? ¿Qué pasaría si sale justo como lo esperabas o incluso mejor? A veces es mejor saber que lo intentaste a quedarte con la duda de qué hubiera pasado.
No es fácil
No voy a mentirte, la mayoría de los cambios son difíciles. Habrá ocasiones en las que te preguntes si tomaste la decisión correcta y pienses en tirar la toalla, cuando eso suceda, recuerda el por qué empezaste en primer lugar. A veces llegarás a esa meta y otras valdrá la pena hacerlo “por la anécdota”.
No estás solo
Si bien el proceso es complicado, no tienes que pasarlo solo. Creeme que tener personas que te apoyen hace la vida un poco más sencilla. Genera una red de apoyo, confianza y apapacho la cual sepas que si te caes, te levantarán, y si no, se recostarán contigo hasta que puedas levantarte solx.
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Siempre admiramos a las personas que no le temen a nada, que son lo suficientemente valientes para lograr que no exista cosa ni persona que les haga tambalearse para tomar una decisión. Sin embargo, yo creo que son aún más valientes aquellos que con las piernas temblando, el corazón al 1000 y la cabeza aterrada, toma la iniciativa y se atreve a hacer un cambio.
Uno de los regalos más preciados que tengo, es un llaverito que me regaló mi mamá diciendo “toda gran aventura comienza con un sí”. Así que hoy te regalo esa frase esperando que sea el empujoncito necesario para que des ese “sí”.
Al final, todos los procesos son diferentes y ninguno es más válido que otro. Permítete sentir todas las partes del camino
Y como diría mi gran amigo Lecu: Las mejores decisiones de la vida, toman 20 segundos de miedo extremo. Así que:
¡Lánzate y disfruta el cambio!
Por: Andrea Cardoso Ruiz
Líder de Speakers en Dédalo México. Estudiante de Psicología de la Universidad Anáhuac, Campus Puebla. Creo en un mundo al que todxs podamos llamarle hogar. Interesada en el estudio de la mente, la investigación y el baile. Estelar en los festivales de primaria y amante de la ensalada de manzana.