Para algunos alumnos escribir ensayos puede ser un dolor de cabeza debido a que no consideran poseer tanta destreza para plasmar sus ideas en el papel.
Realizar trabajos escritos es una parte inevitable de nuestro paso por la universidad. Para algunos alumnos escribir ensayos puede ser un dolor de cabeza debido a que no consideran poseer tanta destreza para plasmar sus ideas en el papel. Pero como toda actividad la escritura tiene ciertas técnicas y estructuras que nos ayudan a obtener los resultados que buscamos.
Determina un buen tema: Para empezar a escribir es necesario saber acerca de qué vamos a escribir. Dedica un tiempo a pensar acerca de qué te gustaría que fuera tu ensayo. Puedes revisar tus apuntes, recordar qué tema te interesó en clase o qué problema generó debate entre tus compañeros con el fin de encontrar algo de lo que te gustaría investigar.
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Responde a una pregunta: Una estrategia muy útil para encontrar el sentido de un escrito es determinar a qué pregunta dará respuesta, si desde el principio tenemos un objetivo nuestra tarea será más fácil. Preguntarnos: ¿Cuáles son las consecuencias de cierto fenómeno?, ¿Cuáles son los origines de una idea? o ¿Qué diferencias hay entre A y B? son cuestiones que podemos responder a lo largo de un ensayo.
Consigue buenos materiales bibliográficos: Tener una base sólida sobre la cual fundamentar nuestras ideas es fundamental para hacer un escrito. Dedicar un tiempo a consultar distintos autores y expertas en el tema te ayudará a reunir una buena cantidad de ideas. Además de que con internet es más fácil que nunca tener acceso a libros y ensayos de todas los lugares y tiempos.
Establece ideas principales: Cuando hayas reunido información suficiente podrás delimitar las ideas o subtemas principales que surgen de tu tema o pregunta, con estos subtemas podrás ir creando una estructura de tu trabajo para que abarque toda la información que reuniste.
Empieza temprano y establece tiempos: Muchas veces dejamos para el último la tarea de escribir, quizá ya tengamos toda la información en nuestra cabeza, pero si no lo tenemos sobre el papel no sirve de nada. Planear con antelación los tiempos que dedicarás a escribir te ayudará a evitar presiones innecesarias y a que tu trabajo tenga una mayor calidad.
Reconoce el tono y el estilo de tu escritura: Aunque por regla general un ensayo académico debe tener un tono formal, esto no significa que no podamos exponer nuestras ideas libremente o que tengamos que usar un lenguaje extremadamente complejo. Intenta escribir como si estuvieras hablando con tu profesor favorito para que tu escrito tenga un tono más relajado y entendible.
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Sigue una estructura y narrativa: Una herramienta que sirve para agilizar tu trabajo es seguir la estructura introducción-desarrollo-conclusión. Cada sección de esta estructura tiene un propósito y características particulares: en la introducción presentas el tema y tu plan de trabajo, en el desarrollo colocas los subtemas y toda la información que has reunido en torno al tema, mientras que en la conclusión das respuesta a tu pregunta inicial y puedes escribir tu opinión.
Revisa los lineamientos: Cada escuela y cada profesor pedirán lineamientos específicos para entregar trabajos escritos: el formato del archivo, los datos de la portada, la extensión del trabajo, bibliografía requerida, etc. Recuerda revisar estos lineamientos para que no baje tu calificación.
Deja la introducción y el título para el final: Muchas veces empezar un trabajo nos produce un bloqueo de ideas al ver la página en blanco. Una estrategia que puede ayudarte a evitar esto es empezar a escribir partes del desarrollo de las que tengas mejor idea e ir construyendo desde ahí. Cuando hayas terminado el desarrollo será fácil escribir una introducción al trabajo.
Pide opinión a tus compañeros y maestros: Si planeas tu trabajo con antelación es muy posible que tengas tiempo para que tu profesor y tus compañeros puedan leer tu texto antes de la fecha de entrega para que te den su opinión, puntos en los que podrías mejorar e ideas extras que tú no habías llegado a encontrar.
Lee dos veces: Hacer un último esfuerzo releyendo tu texto antes de entregarlo te ayudará a detectar erratas, errores de redacción e ideas que no quedaron bien explicadas. Esto te ayudará a que la lectura no se centre en errores ortográficos sino en las ideas que expones.
Fuentes:
Universia México - 5 consejos para elegir buenos temas para los trabajos universitarios
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.