Existen varias estrategias para generar un autoconocimiento, un saber acerca de quiénes somos, qué nos importa, de dónde venimos, cómo son nuestras emociones, etc.
En la antigua ciudad de Delfos, durante los tiempos en los que se adoraban a los dioses del panteón griego, existía un templo dedicado a Apolo en cuya entrada se leía una inscripción que advertía a todo aquél que fuera a consultar a las pitonisas del templo: “Conócete a ti mismo” (gnóthi sautón). A su vez, esta frase fue retomada por muchos de los filósofos de la época, tanto Heráclito, Sócrates y Platón encontraron en la idea de conocerse a uno mismo el punto de partida para emprender el camino hacia la verdad y lo divino, para los filósofos clásicos el autoconocimiento era requisito para elaborar el conocimiento del mundo, ya que el saber residía dentro de nosotros mismos.
A medida que los tiempos han avanzado, los conocimientos que se crean a partir del surgimiento de las ciencias de la mente han dado un nuevo sentido al autoconocimiento.
Con la psicología se han encontrado distintos factores que vuelven más complejo nuestro entendimiento de la mente: las emociones, la socialización, las formas de inteligencia, el inconsciente, las estructuras cognitivas son formas en que entendemos nuestra propia manera de actuar, relacionarnos y entender al mundo. Dentro de estas concepciones de la mente, la inteligencia emocional funge un papel importante para abordar el tema del autoconocimiento.
A finales de la década de los 90s la psicología parecía estar centrada en el estudio de la mente como una máquina la cual estaba condicionada a responder siempre de la misma manera, es decir, la psicología no aportaba solo estudiaba a los individuos, pero no aportaba nada para su crecimiento, por más que sus aportes fueran certeros. Sin embargo, poco a poco el estudio de las emociones y los afectos empezó a cobrar relevancia.
En 1996 Daniel Goleman publicó “Inteligencia Emocional”, un libro en el que se sentarían las bases para desarrollar un entendimiento de las forma en que podemos entrar en contactos con nuestras emociones de manera útil y positiva. La inteligencia emocional es una serie de competencias que se basan en el autoconocimiento de nuestra vida interior, es decir, está basada en una técnica donde nosotros mismos debemos ser quienes nos juzguemos y donde tengamos la voluntad de mejorar para nuestro propio beneficio, puesto que mientras más conozcamos nuestra vida interna mejor podremos conducirnos en el mundo externo.
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Existen varias estrategias para generar un autoconocimiento, un saber acerca de quiénes somos, qué nos importa, de dónde venimos, cómo son nuestras emociones, comprender nuestro carácter, nuestras aspiraciones e inspiraciones etc. Por ejemplo, crear una narrativa de nuestra vida, es decir, dar unificar el sentido de nuestro pasado, presente y futuro nos puede ayudar a entender el momento en que nos encontramos, resolver problemas de nuestro pasado y tener la mirada en un mejor futuro. Otra práctica benéfica es llevar un diario en el que incluyamos nuestros pensamientos y emociones de las distintas experiencias que suceden en nuestra vida, un lugar para anotar nuestros aprendizajes, ideas y sueños que nos sirva para reflexionar acerca de nuestro crecimiento.
En Dédalo hemos diseñado un curso con muchos ejercicios y estrategias para formar un autoconocimiento que nos ayude a cumplir nuestros sueños y a planear nuestro futuro: Construyendo una vida consta de 6 módulos que va desde reconocer nuestras bases personales, hasta la creación de una visión de nosotros mismos a largo plazo.
Una educación integral sería aquella que permita no solo entender nuestra posición en el mundo, sino a crear formas de cambiarla, ya que si podemos saber quiénes somos, podemos saber qué podemos aportar a los demás, podemos saber qué cosas cambiar para tener un mayor bienestar y sobre todo generar amor para nosotros mismos el cual es la base para la armonía con todo lo demás. Volviendo a las ideas de la antigüedad, conocernos nos obliga a cambiar nuestra situación.
Referencias:
Antecedentes, sentido y aplicaciones del autoconocimiento en la filosofía y en la educación - Raúl Genovés Company
Autoconocimiento: definición y 8 consejos para mejorarlo - Juan Armando Corbin
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.