Por qué el multitasking reduce tu enfoque y productividad (y qué hacer en su lugar)
- Santiago Lecumberri
- hace 2 días
- 2 Min. de lectura
Lo he dicho en cursos, programas y ahora lo dejo por escrito:
El multitasking NO funciona.
No importa si eres hombre, mujer, neurodivergente o presuntamente superdotado.
No importa si te jactas de poder hacer mil cosas a la vez mientras te tomas un matcha con la izquierda.
No funciona.
Y no lo digo yo nomás porque sí. Lo dice la psicología, la productividad, la neurología y cientos de estudios serios que demuestran lo mismo:
Hacer muchas cosas a la vez no te vuelve más productivo. Te vuelve más torpe. Más lento. Más agotado.
Sí, hay personas con ciertos patrones mentales que lo llevan “un poco mejor”.
Pero aún así, enfocar tu atención completa en una sola tarea sigue siendo la mejor estrategia.
Entonces… ¿qué hago cuando hablo de multitasking en mis programas?
Simple: lo desmonto.
Lo explico. Lo expongo. Y propongo evitarlo a toda costa.
Aunque, como en todo, hay excepciones.
Muy pocas. Pero las hay.
Por ejemplo: si estás haciendo algo repetitivo, monótono o totalmente operativo… ahí sí podrías aprovechar para meterle algo más.
¿Ejemplos? Aquí van:
Vas en el coche, atascado en el tráfico
Estás lavando los platos
Cocinando algo simple
Paseando al perro
Haciendo ejercicio leve
Barriendo, doblando ropa, ordenando papeles
En esos casos, sí puedes aprovechar para combinar con algo más. Pero ¡OJO! Solo si lo haces de manera estratégica.
Aquí algunas ideas de multitasking útil (y no tóxico):
Llama a alguien con quien no hablas hace rato (tu tía, tu amigo que se mudó, tu colega con el que tenías una buena charla pendiente).
Escucha un podcast que te inspire, te enseñe o te mueva el tapete. Si es entretenido y educativo, mejor.
Ponte un audiolibro que te mantenga aprendiendo sin matarte de sueño.
O hasta esa serie que traes pendiente (pero de fondo, sin pretender que la estás viendo “bien”).
Lo importante es esto: sólo funciona cuando las tareas son repetitivas y no demandan foco.
Para todo lo demás… el multitasking no es una estrategia. Es una trampa.
Dedicarle atención plena a una cosa te hace ahorrar más tiempo que intentar hacerlo todo a la vez.
Te lo pongo fácil:
4 horas haciendo multitasking con 8 cosas a la vez = desastre, errores, fatiga, frustración.
Dedicar 8 veces 30 minutos concentrado en una sola cosa = claridad, avance real, energía de regreso.
Es el mismo tiempo, pero mucho mejor aprovechado.
El multitasking te hace sentir ocupado, pero no productivo.
Te hace creer que avanzas, cuando en realidad estás dando vueltas en círculos.
Y por si te estás preguntando… sí: estoy escribiendo algo sobre cómo tirar flojera de forma estratégica. Porque descansar también se puede hacer con intención.
¿Te interesa ese tema? Dale like a esta publicación y me doy cuenta de que sí vale la pena compartirlo contigo.
—Lecu
Comments