top of page

La disciplina traiciona

Hubo una época en la que creí que mi disciplina me iba a llevar a donde quería.


Y sí, me llevó lejos.


Pero también me llevó agotado.


Me levantaba temprano, tachaba pendientes, cumplía promesas, me empujaba aunque no tuviera energía.


Yo era de esos que “sacaban el día” por pura voluntad, por no fallar, por no quedarle mal a nadie.


Pero con el tiempo entendí algo incómodo:


La disciplina, cuando es lo único que te sostiene, te termina traicionando.


Porque te hace pensar que no necesitas nada más.


Que si le echas más ganas, todo saldrá.


Que estructura, estrategia o dirección son “lujos” para los que no tienen tu empuje.


Pero ahí es donde más te puedes perder.


Hace unos meses trabajé con Marcelo, un cliente con una fuerza de voluntad impresionante.


No llegaba tarde.


Cumplía todo.


Sacaba pendientes incluso los fines de semana.


No fallaba.


Pero llegaba cada lunes más drenado, más reactivo, más frustrado.


Me dijo algo que todavía me resuena:


“Lo saco por terquedad. Pero cada semana siento que me estoy hundiendo más.”


Le pregunté cómo priorizaba.


Qué sistema tenía para elegir en qué enfocarse.


Cómo evaluaba si estaba avanzando o solo sobreviviendo.


Y ahí vino la frase clásica:


“No necesito estructura. Yo soy muy disciplinado.”


Y entonces le conté esto:


"Imagina que quieres cruzar una puerta. Pero en lugar de girar la manija… te avientas contra ella, con fuerza, con coraje, con todo tu peso. Y a veces la atraviesas. Sí. Pero sales del otro lado molido, con el hombro hecho trizas."


Plot twist: La puerta no estaba cerrada. Solo parecía. No tenía seguro. Solo necesitabas girar la manija.


Eso es lo que hace la estructura.


No reemplaza tu disciplina. La dirige. La optimiza. La hace sostenible.


Marcelo no necesitaba más fuerza.


Necesitaba un sistema.


Y cuando lo construyó, todo cambió:


Tenía claridad.


Tomaba decisiones más fácil.


Y por primera vez en mucho tiempo, se sentía bien.


Por eso te lo comparto


Si tú también estás intentando cruzar todo a empujones,


si cada semana sientes que necesitas más energía solo para sobrevivir,


si sigues pensando que disciplina basta


Tal vez es momento de que reescribas tu estrategia.


Y si te resuena, escríbeme.


Estoy acompañando a personas como tú:


fuertes, comprometidas, disciplinadas…


Que ahora quieren avanzar sin romperse.


Porque el éxito no debería doler tanto.


Y porque a veces, la puerta siempre estuvo abierta.


Solo hacía falta girar.


Comments


Dédalo México® 2023

bottom of page