¿Hacer lo más difícil primero?

Esta semana he pensado mucho en esa frase que seguro has escuchado mil veces:

“Haz primero lo más difícil.”

Y sí… suena bonito. Rudo. De enfoque.Pero, ¿sabes qué? Muchas veces es una trampa.

Esa frase ha sido la puerta de entrada a uno de los lugares más oscuros de la productividad:

La parálisis.

Ves tu lista de pendientes,empiezas a sudar frío,piensas que deberías hacer “esa cosa”(y sabes cuál es),pero no puedes ni empezar.

Entonces, no haces nada.Y mientras más lo postergas, más se llena la lista.Y con la lista, crece la culpa.

Por eso cambié la regla.Ya no empiezo por lo más difícil.Empiezo por lo que me da movimiento.

Te comparto un sistema que he usado últimamente,y que enseño también en mis programas:

1. Escribe tu lista completa de pendientes

   
   

   Sácalo todo. Aunque sea larga. Aunque dé miedo.

   
   

2. Pon un número “5” a todo lo que puedas hacer en 5 minutos o menos

   
   

   Responder ese mensaje, mandar ese correo, agendar esa cita.

   
   

   Haz esas tareas primero.

   
   

   Te dan mini victorias. Y lo más importante: dopamina.

   
   

   Eso genera movimiento.

   
   

3. Después, ubica lo que es verdaderamente urgente

   
   

   Agenda dos horas en tu calendario y acompáñalo con algo que te motive:

   
   

   tu playlist favorita, un podcast, lo que sea.

   
   

   Solo escúchalo cuando estés haciendo esa tarea.

   
   

   Asocias placer con enfoque. Y avanzas.

   
   

4. Luego: identifica la tarea de mayor impacto

   
   

   ¿Cuál de todas, si la haces hoy, cambiaría el panorama de tu semana?

   
   

   Esa se queda.

   Lo demás, al siguiente lunes.

   
   

Porque si no toma 5 minutos,no es urgente,y no tiene gran impacto…seguramente es solo una excusa disfrazada de productividad.

No se trata de hacer lo más difícil.

Se trata de hacer lo que te mueve.Y una vez que te mueves, el impulso aparece.

Abrazo apretado,Lecu