top of page

El falso equilibrio que te está generando más estrés

Actualizado: 20 may

Si alguna vez te dijeron que necesitas balance vida-trabajo, te entiendo.


Es una frase que suena bien. Parece justa. Razonable.


Pero honestamente… no creo en ella.


Porque cuando hablamos de balance, nuestra mente se va directo a una imagen:


una balanza.


Y en esa balanza, imaginamos que tenemos que poner el mismo número de unidades en cada lado para que funcione.


Mismo número de horas.


Mismo nivel de energía.


Misma cantidad de atención.


¿Y sabes qué?


Eso no existe.


No hay un “número correcto” de minutos para vivir, y otro para trabajar.


No hay una fórmula perfecta para dividirnos al 50%.


Y tampoco me gusta pensar que “vida” y “trabajo” son fuerzas opuestas.


Como si en una estuviera el disfrute… y en la otra el desgaste.


No.


Para mí, la vida no se divide así.


Porque también hay vida en el trabajo.


Y hay trabajo valioso en la vida.


No son enemigos.


No compiten.


No se comparan.


Y por eso, yo ya no busco balance.


Yo busco armonía.


Lo pienso como una orquesta.


Donde hay tres grandes secciones que siempre están ahí:


Salud. Relaciones. Propósito/Profesión.


Y como en toda gran orquesta,

no todos los instrumentos suenan igual todo el tiempo.


A veces, uno se convierte en protagonista.


A veces otro sube de volumen.


A veces uno baja mientras otro sostiene la melodía.


Pero cuando hay armonía…


todo tiene su lugar.


Su momento.


Su intensidad justa.


Y eso —no el balance milimétrico—

es lo que hace que la pieza funcione.


Hoy te quiero recordar eso:


No se trata de lograr equilibrio en partes iguales.


Se trata de encontrar el ritmo, el volumen, la intensidad

que le dé sentido a tu vida completa.


Una armonía bien construida no siempre suena perfecta.


Pero se siente real.


Y te sostiene.


Y si hoy estás sintiendo que alguna parte de ti está sonando muy fuerte…


o tal vez demasiado bajo…


No te juzgues.


Solo ajusta.


Solo escucha.


Solo vuelve a buscar tu armonía.


Porque tú no viniste a vivir equilibrando platos como malabarista cansado.


Viniste a tocar una sinfonía.


Y todavía no llega tu mejor movimiento.


Lecu

Comentarios


Dédalo México® 2023

bottom of page