Hola, hola
Espero estés teniendo un tremendo viernes
El viernes pasado, no tuve ni tiempo de escribir, y cuando me di cuenta, fue un tanto frustrante la verdad.
Pero aproveché para reutilizar una técnica que le llamo “Calabazazos”
Hace ya varios años, jugaba algo con unos amigos que le nombramos “Jueves de Calabazazos”
El juego consistía en salir los jueves en la noche, podía ser un bar o antro, con un sólo objetivo en mente: ligar y ser rechazados.
Sé que suena rarísimo, pero ese era nuestro plan. Al finalizar la noche, el que había sido rechazado más veces no pagaba nada, el resto pagaban.
Hace poco hice una reflexión sobre como ODIO la expresión de que del fracaso se aprende más que del éxito.
Fallar mucho te enseña que NO hacer, y aunque puede ser un buen punto de partida, aprender que es lo que SÍ funciona es mucho más útil.
Después de haber jugado a fallar, lo estructuro en mi mente de una forma un poco distinta.
No estábamos buscando fallar, el juego final era salir con éxito, y un poco el premio era de “consolación”
Pero al reencuadrar el fracaso en este juego, la alternativa del rechazo era mucho menos atemorizante.
Esto también nos permitía experimentar, jugar y pasarla bien, intentar cosas nuevas.
¿Quién hubiera dicho que decirle a alguien “Si fueras un pingüino serías mi favorito” o “SI fueras una zanahoria serías una muy muy bella zanahoria” funcionaría para ligar? (Y por lo tanto “perder” el juego”)
Considero que son grandes aprendizajes.
Entonces reformulando mi pensamiento, no es que el fracaso enseña más, que no es así.
Pero estar abierto a la opción del fracaso, a encuadrarlo en forma de juego, nos permite encontrar “éxitos”
Entonces no es el fracaso en sí, es el estar dispuesto a arriesgarse poquito más a estar abierto a fracasar, es lo que nos puede traer los más interesantes aprendizajes.
Muchas veces, el fracaso si puede ser la antesala del éxito.
O bien, el éxito termina siendo la acumulación de fracasos, sin perder la ilusión
A lo mejor no es el ejemplo más “empresarial” o “profesional” que uno esperaría.
Pero cuando hablo sobre personas de alto rendimiento, no solo lo son en el ámbito profesional, muchas veces empieza en lo personal
No hay mucho que sea más personal que el como te relacionas ligando.
¿Qué fue lo más atrevido, intrépido o incómodo que has hecho para llamar la atención de alguien?
No olvidemos, que en lo personal o profesional, la contrario al éxito no es el fracaso, si no la comodidad.
Uno tiene que incomodarse un poquito para descubrir nuevos “éxitos”, y hay pocas cosas más incómodas como atreverse a fracasar (aunque no necesariamente tengamos que fallar para lograrlo)
Me gusta mucho el tema de la curiosidad y la creatividad, siento que son dos de las herramientas más útiles que existen.
Sobretodo porque nos ponen en una mentalidad de aprendizaje constante.
Me gusta pensar en mi mismo como un “aprendiz infinito”
Con esta habilidad de estar aprendiendo cosas nuevas constantemente, nos puede ayudar a considerar el fracaso como solo parte del proceso
No enfrascarnos tanto en lo que perdimos, si no en por qué lo hicimos, y buscar como ir mejorando poco a poco
El verdadero alto rendimiento está en la habilidad de aprender constantemente y por lo tanto iterar
La iteración es esta habilidad de repetir una y otra vez la misma acción, y en cada repetición, generar un pequeño cambio y ver que funcionó, y reajustar.
Con el paso del tiempo, y con las repeticiones suficientes, el resultado que vamos a desarrollar será superior a como empezamos.
Se me hace maravilloso, como el juego, la creatividad y la curiosidad, se vuelven verdaderamente útiles para lidiar con el fracaso
Y de paso, en la construcción de nuestra confianza en nosotros mismos.
¿Y a ti? ¿Qué técnica te ha funcionado?
¿Qué es lo más que te has atrevido a fallar para ligar? ¿o emprender? ¿o aprender? ¿o ganar?
Abrazo apretado,
Yo (Lecu)
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