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¿Por qué leer ficción? y cómo afecta a la educación

Desde muy pequeño he sido muy afortunado de encontrar la dicha de perderme entre las páginas y las palabras, encontré ese placer en devorar historias, y mundo enteros a mi gusto.


Pero, ¿sirvió de algo? ¿qué me dejaron esas infinitas horas de lectura?


Recuerdo aún perfectamente mis primeras travesuras con los libros, se basaban en no dejar que mi mamá se diera cuenta que me podía quedar la noche entera leyendo a escondidas, con apenas luz para que las palabras destacaran, pero la suficiente para que estos nuevos mundos se dejaran descubrir por este voraz e infantil lector.


La ficción, nos ha permitido a lo largo de la historia, imaginar mundos que muchos consideran imposibles. La semana pasada les contaba que los jóvenes tienen la capacidad de imaginar estos mundo, y creo que gran parte es porque se permiten estar más en contacto con esa ficción, incluyendo series y películas.


Hace poco tomé un curso con el genio de Neil Gaiman, uno de los escritores de ficción más prolíficos de nuestra era; en este, comenta varias cosas que me brincaron mucho y te quiero compartir.

"Escribimos ficción no para enseñar que los dragones existen, si no que podemos derrotarlos"

Cuando nos permitimos entender el mundo desde una perspectiva diferente, este cambia en su totalidad. En la psicología, existe una corriente maravillosa, llamada "psicología narrativa", dónde el terapeuta, en lugar de buscar encontrar la verdad, o sanar los hechos que nos han dolido a lo largo de nuestra vida, buscamos sanar la narrativa que tenemos de nuestra propia vida.


Esto quiere decir, que si te asumes cómo la víctima de tu historia, probablemente eso forme parte de tu personalidad y existan heridas importantes a partir de ello. Por el otro lado, si nos asumimos cómo el héroe o heroína de nuestra historia, esos "baches" o "tropiezos" se convierten en aquel momento dónde desciframos qué es estar abajo y creamos un regreso fantástico del héroe, para salvar a todos.


Hace unos días leía sobre el enfoque en la educación. Muchos de nosotros crecimos con un enfoque altamente competitivo, buscamos ser el más alto del salón y teniendo la famosa "Tabla de honor" dónde solo los alumnos más brillantes tenían la dicha de estar. Nos han calificado en todo momento, generando un miedo irracional al fracaso y ocasionando que el enfoque del estudiantado (e incluso de los padres) esté en la calificación y no en el aprendizaje: porque la métrica para evaluar es absurda, siendo que, pocas veces está relacionada al aprendizaje.


Leer ficción es la antítesis de este modelo, nos enseña que nuevos mundos son posibles, que el pequeño puede vencer al gigante, que Davi complementa a Goliath, que hasta lo más pequeño es una aventura, y que el amor verdadero sí existe, esperándonos en algún lado.

Si rompiéramos la barrera de la lectura obligada y sin ficción preestablecida por el modelo educativo, crearíamos, poco a poco, un nuevo espacio lleno de ideas que rebasen el prefijo de "imposible" y en dónde los héroes existan. Nacerían aquellos precursores llenos de esperanza para transformar lo ya existente a partir de su voz , recordando que:


Cualquier historia vale la pena ser contada, siempre que se haga de la forma correcta


Espero muy pronto poder armar una lista de mis libros favoritos e irla compartiendo. Antes de irme, te dejo este pequeño video donde te comparto el prólogo de uno de mis libros favoritos: La mujer loca de Juan José Millás


Por lo pronto...¡A leer! ¡Que es un acto de rebeldía y transformación!


 

Por: Santiago Lecumberri

Líder fundador y maestro Jedi de Dédalo, más idealista que emprendedor, Licenciado en Psicología, Maestro en Desarrollo Empresarial, Educación y Psicoterapia Familiar, nunca deja de estudiar, a menos que sea para jugar -juega mucho-, experto en mazapanes y nieve de limón, ganó en preescolar como el mejor artista del salon Kinder 2 Rojo

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