¡Hola! Lindo viernes
Esta semana han pasado dos cosas de las que te quiero escribir
La primera de ellas; me fui de fin de semana con mi familia, específicamente con mis hermanos y mis primos.
Nunca nos habíamos dado la oportunidad de hacer esto de esta manera
De compartir un espacio solo nosotros.
Leí apenas el libro “The Family Board Meeting” de Jim Sheils, (va recomendado y va calado)
Donde propone la idea de tratar a tu familia como un “Advisory Board”, una junta de socios o de consejo de una empresa
Eso quiere decir, juntarse, de manera periódica, a discutir que es lo que sigue para esta organización, en este caso: la familiar
Aunque mi familia y yo, hicimos una versión un poco más adulterada de esto, sí nos dimos la oportunidad de tocar base y platicar los temas difíciles.
OJO: Difícil, no quiere decir que sean tensas, hablamos cosas preciosas, pero que puede costar trabajo decir, o que simplemente no estamos acostumbrados a compartir con regularidad
¿Qué tan seguido le dices a las personas que realmente quieres… que las quieres?
Tengo un ejercicio en una conferencia, donde pido que hagan exactamente eso, pero con un “gracias”, simplemente para marcar y decir “gracias”.
Si quieres ver un poco, te dejo un video de menos de 60 segundos aquí
Si no tienes una tradición similar con tu familia… ¡invéntala!
Fuera de que llegué destruido y desvelado… regresé turbo recargado: benditas contradicciones
La segunda cosa que quiero compartirte: seguí viendo las olimpiadas.
Ya sé, ya sé, ya te escribí de este tema. Pero ¿qué te digo? me encantan
Hoy (estoy escribiendo en jueves) vi varias finales de atletismo. Muy emocionante el potencial del cuerpo humano.
Te quiero compartir tres historias que sucedieron esta misma semana solamente en atletismo.
uno. Lyles, promesa de Estados Unidos en velocidad, ganador de la prueba de 100m planos… quedó en tercero en la de 200m, su especialidad.
Cuando lo presentan, sale brincando, gritando y festejando.
Termina la carrera en tercero, se desploma en la meta.
Lyles había dado positivo de Covid hace dos días, y tanto el, como el equipo de USA, decidieron de cualquier manera competir, sin avisarle al comité organizador de Paris.
Esto provocó que no rindiera como debía rendir, no trajo el oro por el que entró y era favorito, además que se pusiera en riesgo, y a todos los demás competidores
dos. Tarra, atleta de salto de longitud, no era favorita, y se llevó el oro.
La conocí por un video donde califica a las olimpiadas, donde abraza a su pareja, atleta paralímpico, donde se rompe y menciona lo difícil que fue esta competencia.
En Paris, desde el tercer salto (de cinco), se declaró como favorita y prácticamente la ganadora.
Considerando que de los cinco saltos, solo se toma en consideración el mejor de ellos.
Decidió seguir saltando, un salto quedando bajo, y en el otro, superando su propia marca.
Convirtiéndose aún más difícil de ganar. Una campeona.
tres. Duplantis. Atleta sueco de salto con garrocha. Este deporte que no entiendo como inventaron donde corren con un palo en las manos, lo clavan y este les impulsa al cielo.
Gana aquel que logre el salto más alto.
El, ya era el favorito, desde que llegó.
Empezó la competencia, y conforme iban levantando la altura necesaria, iba quedando cada vez más claro que era un verdadero “olímpico”
Pronto se quedó sin competencia, ya tenía el oro asegurado.
Todos los demás atletas ya habían fallado su salto más alto, y el seguía sin fallar.
Aún con el oro, el record olímpico, y el record mundial asegurado… decidió seguir.
Volvió a romper record.
Hay una toma, donde se le ve a todos sus competidores, de varios países, aplaudiendo al ritmo que Duplantis propone, para alentar al sueco a romper su record.
Hoy no te quiero compartir mis propias reflexiones, eso lo haré pronto por otro medio.
Mi pregunta aquí es… ¿quién de todos ellos se te hace un verdadero alto rendimiento?
Me queda claro que todos ellos son extraordinarios, todos tienen muchas cosas admirables
¿Qué los diferencia entre ellos?
Si pudieras tener la mentalidad de alguno de los tres para tu vida profesional -y personal- ¿Cuál sería?
Por lo pronto, nos quedan unos días más de historias verdaderamente olímpicas.
Abrazo apretado,
Yo (Lecu)
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