Hola, hola
Espero estés cerrando un tremendo viernes
Te escribo desde tierras gringas, todo un viaje
Literal y metafórico
(No del tripioso con hongos, para eso está fungi, ¿les he contado?)
Hoy fue un día muy emocionante, empecé saliendo a correr en una playa que no es playa porque es de lago y no de mar.
Fui a recoger el kit para mi siguiente gran reto: el maratón de Chicago
Este será el maratón número 8 de mi vida, que verdadera locura
Llevo corriendo un maratón al año desde 2018, a excepción del 2024, que correré dos
Es decir es la primera vez que correré dos maratones en el mismo año, y además lo haré con 6 semanas de diferencia.
Este maratón, a pesar de ser el número 8, es el primero en muchas cuestiones
Primero que corro en el extranjero
Primero que corro que no es el Ciudad de México
Primero que corro de los seis grandes (los 6 mejores maratones del mundo)
Y aunque, es el primero que corro en tantos aspectos, en algo importante también es el último
Después de varios años corriendo, sin parar, sin descansar
He decidido, hacerlo: parar y descansar
Llevo tiempo pensándolo
He tenido varios entrenamientos que ya no disfruto, he tenido varias carreras que no gozo, y no me gusta que eso me esté pasando.
Llevo años corriendo un maratón al año, porque eso es lo que yo hago
Soy maratonista, soy corredor, y corro un maratón al año
Eso es lo que hace un maratonista y un corredor
Ya no creo que tenga que ser así
No estoy diciendo que ya no voy a volver a correr un maratón, eso el tiempo lo dirá
Pero he tomado la decisión, de soltar la necesidad de correr un maratón al año
En una de esas se me vota la canica y de cualquier manera corro uno el año que viene. Quien sabe
Luego me pasa eso, y me emociono, corro, vuelo y acelero (para estar contigo…)
Pero mi decisión de manera más concreta es soltar el “tengo que correr”,
El sentir esta obligación que yo mismo me puse para hacer algo que me debería de generar felicidad y gozo, no estrés
Pero… ¿a que viene que te cuente todo esto?
primero. Porque considero que constantemente, nos hacemos ideas que SOMOS algo, y actuamos bajo lo que creemos ser, o cosas que creemos que TENEMOS que hacer. Plot twist: no siempre es así
segundo. Te quiero invitar a cuestionarte por qué haces lo que haces, por que piensas lo que piensas, y si te interesa seguirlo haciendo
tercero. es mi texto, y por lo tanto yo decido que escribo y que no (que por cierto si me estás leyendo, estoy muy agradecido no sé que hice para merecer tanto, te mando un besito en tu frente)
Yo no estoy cansado de correr, al contrario, me fascina, me siento mejor cuando lo hago, me siento fuerte, me ayuda a pensar y a tener más claridad en mi mente y con mis emociones
Estoy cansado de SENTIR que TENGO que correr
Hay una diferencia importante
Me recuerda a la primaria o secundaria, que me fascinaba leer de todo, EXCEPTO lo que me dejaban de leer en la escuela
¿600 páginas del libro nuevo de Harry Potter? En un fin de semana
¿La saga completa de fantasía donde humanos, elfos y enanos domaban dragones? En un verano sin problema alguno
¿65 páginas para mi reporte de lectura para la clase de español con la profesora Eva Raquel? No hay poder humano que me haga leer tantas páginas
Acabando el maratón de Chicago, cuando llegue, espero en buen tiempo, cansado, adolorido, sudado, y al borde de las lagrimas, desbordado en emoción… no tengo siguiente maratón en puerta
No hay una carrera a la cual prepararme
No hay siguiente plan de entrenamiento
No hay fecha marcada en el calendario
No hay un espacio asignado para una medalla nueva
Tal vez llegue, tal vez no
Pero quiero correr porque quiero correr, no porque lo sienta obligación
Yo mismo me puse la expectativa de que correría de alguna forma
Hoy me toca decidir que ya no quiero sentirme obligado a hacerme caso a mi mismo
Si algo me he demostrado con el tiempo, es que me equivoco
Constantemente
Pero también si algo me sé muy capaz, es de disfrutar procesos
Constantemente
Así que este domingo saldré a correr, a gozar cada kilómetro, sin saber cuando volveré a correr esos 42 kilómetros con 195 metros
Que lección tan dura el ser víctima de nuestras propias expectativas
Que difícil cambiar lo que somos, cuando nosotros mismos construimos esa versión
Y aún más tremendamente difícil, cuando esa versión nos hacía sentir orgullosos de nosotros mismos
¿A qué ideas te sientes atado?
¿Qué partes de ti, que a lo mejor te hacen sentir mucho orgullo, hoy te han limitado?
¿Qué te gustaría cambiar, no por hacer o no hacer, pero para no sentir la obligación de hacerlo?
¿Qué obligación elegiste, hoy ya no disfrutas?
Se me hace durísimo pensar en cuantas personas somos víctimas de nosotros mismos
Ideas como “no se me dan las matemáticas”, “no soy una persona atractiva”, “se me dificulta hacer ese tipo de actividades”, “soy una persona que practica eso”
El ser humano, si de algo se ha caracterizado es por su habilidad de cambiar ante las circunstancias
Eso se le llama resiliencia
(no, la resiliencia no es solo cuando sobrepasas momentos difíciles)
Apenas leía un estudi reciente, que mencionaba que generaciones Y y Z (millenials y centenials), tendrían un cambio radical de su profesión cada 7 años
¡Cambiemos!
Pero más aún… de tantas formas, somos limitados por nuestras circunstancias, que se me hace muy jodido que nuestros limites nos lo pongamos nosotros
Resumen en pocas palabras: hay cosas que nos hemos obligado a hacer nosotros mismos, creemos que TENEMOS QUE, cuando no es así y nos hemos convertido en víctimas de nuestras propias expectativas. Si tú las pusiste, tú puedes cambiarlas. Tienes todo para cambiar: aprovéchalo y cambia.
Resumen en muchas menos palabras: cuestiona lo que tienes que hacer y cambia lo que tengas que cambias
Próxima semana, te cuento como me fue cruzando la meta en Chicago
Aunque si te quieres enterar antes, estaré compartiendo por mi instagram
Yo (Lecu)
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