Tu talento no se va a explotar solo: cómo desarrollarlo con intención y constancia

Sé que suena fuerte.

Y justo por eso lo estoy escribiendo.

Tengo días donde pienso que ya debería haber llegado más lejos.

Y también tengo días donde sé que apenas estoy empezando.

Ambas cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo.

Pero hay una verdad que he tenido que tragarme —sin azúcar y sin excusas—:

El talento no se basta solo.

No importa qué tan brillante seas.

No importa qué tan rápido aprendas, qué tan bien conectes, qué tanto te aplaudan.

Si no te tomas en serio…

Tu talento se va a quedar en potencial no usado.

Y eso duele.

Duele ver cómo otros avanzan con la mitad de tus habilidades,

pero el doble de enfoque, estructura y disciplina.

Duele ver cómo el tiempo pasa, y tú sigues planeando.

O soñando.

O esperando a estar “más listo”.

Yo me he cansado de ver gente con todo el talento,

que simplemente no se mueve.

Y ojo, no lo digo desde el juicio.

Lo digo desde el espejo.

Porque también he sido yo.

El que posterga.

El que se sabotea.

El que está cerca, pero no cruza la línea.

Hasta que entendí que lo único que separa al potencial del impacto…

es una palabra:

acción.

Y no cualquier tipo.

Acción con intención.

Con dirección.

Con estructura.

Tu talento necesita que lo tomes en serio.

No lo idolatres.

No lo pongas en una vitrina.

No lo uses para impresionar.

Úsalo para construir.

Para transformar.

Para resolver.

Para moverte.

En dos semanas empieza una nueva generación del programa Alto Rendimiento:

Productividad y Bienestar.

Y si algo de esto te hizo clic, podemos platicar.

Solo contesta este correo o mándame mensaje por Instagram.

No es para convencerte.

Es para ver si realmente estás en ese punto:

el de tomarte en serio.

Porque el talento, sin estructura, se apaga.

Y tú no viniste a apagarte.

Viniste a hacer que pase.

Lecu