Si nos centramos en un análisis simple, no parece que la empatía sea algo muy complicado e incluso podría resultar poco útil, pero no es así.
Podemos entender a la empatía como la capacidad que tenemos de entender a los otros. Si nos centramos en un análisis simple, no parece que la empatía sea algo muy complicado e incluso podría resultar poco útil. Pero sus implicaciones no solo reflejan la forma en que nos relacionamos con los demás, sino la forma en que aprendemos de los demás, y el por qué podemos llegar a preocuparnos por las personas más allá de nuestros intereses personales, por lo que podemos decir que la empatía tiene un impacto en la forma en la que actuamos como sociedad.
La empatía es un modo de sentir que nos ayuda a compartir, comprender y percibir al otro. Es la forma en que puedo posicionarme en la vivencia de otra persona, intentando que mis propias concepciones y prejuicios no se interpongan en el trabajo de conocer lo que está sucediendo en la experiencia del otro. En este sentido, la empatía es una forma en la que podemos tener acceso a la experiencia de los otros, asumiendo una verdadera responsabilidad por lo que descubro en el prójimo.
La ciencia nos ayuda a entender el origen de la empatía, estudios sugieren que esta tiene un origen como una estrategia de los organismos para cooperar a través de la imitación y aprendizaje de ciertas acciones que otros organismos realizan en su mismo grupo. Este mecanismo funciona gracias a neuronas espejo (un tipo de neuronas que reflejan un comportamiento observado en otro organismo), cuando un organismo observa un comportamiento dentro del grupo que pertenece puede imitarlo debido a la similitud de la configuración de sus mentes y de las neuronas espejo, lo cual puede hacer que pensemos en la empatía como aprender a leer la mente de los otros mediante el conocimiento de mi propia mente.
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A través de la explicación anterior podemos entender por qué la empatía es una habilidad social de mucho valor dentro del contexto social, académico, cultural y laboral. Sin la empatía no somos capaces de llegar a otras personas, no podemos comunicar ideas de una manera efectiva, no podemos construir vínculos fuertes con las personas que colaboramos, ni podemos conocer qué es lo que necesitan los otros de nosotros.
Más en el fondo, la empatía no es solo una habilidad más a desarrollar, sino que también tiene un lado ético. En el momento en el que nos implicamos con los demás, formando parte de su mundo, asumiendo las repercusiones de nuestras acciones sobre otra personas y compartiendo nuestros objetivos con los de los demás. Desde una dimensión social incluso podemos llegar a decir que mientras más empática sea una sociedad su democracia será mejor al poder velar por el interés de todos sus participantes y no solo el de una fracción con poder político.
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Fuentes:
La empatía es producto de la necesidad de comprender a los demás - Redacción T21
Empathy Is An Essential Leadership Skill And There's Nothing Soft About It - Prudy Gourguechon
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.